La narco-nomia ecuatoriana y
su sistema complejo
Las organizaciones delictivas son dinámicas, los delincuentes se asocian,
se enemistan, guerrean por territorio, se matan para asegurar sus posiciones y
se vuelven a asociar, crean códigos temporales, métodos de comunicación, forman
subculturas, construyen identidades que mutan con el tiempo, son subculturas
dentro de la cultura, son sociedades dentro de la sociedad en donde según la
teoría sociológica, impera la anomia.
La anomia es según la Real
academia española de la lengua;
·
Ausencia
de ley.
·
Conjunto
de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su
degradación.
·
Trastorno
del lenguaje que impide llamar a las cosas por su nombre.
Como grupos sociales dinámicos que son, las organizaciones del crimen
organizado, se conforman en jerarquías piramidales, con niveles verticales y
trasversales con gran capacidad de recambio inmediato.
Los llamados GDOs en Ecuador son parte de entramados internacionales con
dimensiones intercontinentales y aspiraciones globales, tentaculados y
conectados en sectores empresariales, financieros, judiciales, políticos,
gubernamentales, policiales y militares, donde las órdenes son ley, pero
también la palabra y donde violar lo establecido trae consecuencias fatales y
cumplir lo establecido trae réditos económicos de tal importancia, que el ámbito
de acción de estas organizaciones se expande aceleradamente en reclutamiento,
bienes, capital, producción, operación y asociatividad.
Considerando lo anterior, no se evidencia ausencia de leyes en los grupos delictivos, sino más bien, existencia
de sus propios códigos y normas, territorios, su propio ethos y su propio nomos,
que se encuentra en antagonismo con el statu quo, es decir, códigos nómicos, que se presentan en patrones,
formando sistemas contra-nómicos más
que anómicos.
Invirtiendo la polaridad, los GDOs serían sistemas auto-nómicos en contra del sistema nómico del statu quo, su organización dinámica tiene estructura de
redes, redes que se entretejen entre sus miembros diversificándose, pues como
toda sociedad, necesita diversificarse para no colapsar. Los GDOs se oxigenan
mediante la reconfiguración continua, sus relaciones se expanden y se contraen
dependiendo su necesidad, sus tentáculos exploran continuamente nuevos
territorios, colonizan, se imponen, se empoderan, se replican, se reproducen,
se diversifican y así disipan su entropía social.
La lectura de los párrafos anteriores describe un sistema complejo
adaptativo, conformado por redes sociales contrá-nómicas
de gran poder de transformación social, que crea su propia cultura, su propio ethos paralelo insertado en el mismo ecosistema
social en que el statu quo pretende imperar, pero que apareciendo inicialmente
como una realidad paralela en poco tiempo logra convertirse en el final sistema
hegemónico en los territorios donde penetró y controló.
¿Cómo es posible que el fenómeno del delito se auto-eco-re-produzca? En territorios donde el Estado no produce coerción, la ley no hace semiosis, la ley no significa una sanción positiva, en estos territorios se auto-produce el ethos delictivo, la cultura, organización, jerarquía, códigos y estructura organizacional del delito se replica, pero no aparece en un absoluto vacío cultural, se replica como código nómico, como valor, en una tierra donde la ley del statu quo no significa poder, el nomos del delito se empodera, coloniza y se reproduce en ese universo de significados que conforman la cultura urbana marginal, periférica o rural.
Aterrizando estas letras a los hechos, los Queseros controlaron el crimen en Manabí, llegaron a Guayas, se desmembraron los Choneros, estos se expandieron, se enfrentaron a los Lagartos, los Choneros se asociaron con Latin king y Ñetas localmente y con el Cartel del Golfo mexicano, se impusieron, se desmembraron en Águilas, Fatales, Lobos, Tigerones y Chone killers, al morir su comandante conocido como alias J. L. se dio un cisma produciendo un conflicto en que Águilas y Fatales se enfrentaron al resto de facciones quienes pasaron a llamarse en conjunto Nueva generación y se asociaron con el Cartel Jalisco Nueva generación, se dieron las disputas, guerras por territorio y masacres carcelarias. Adueñados de cárceles y calles en todo el Ecuador por sectores, ciertos GDOs se adueñaron de provincias enteras como los Tigerones en Esmeraldas y los Lobos en el centro de la sierra y oriente, las grandes ciudades como Guayaquil y ciertos cantones estratégicos como Duran se convirtieron en zonas de guerra entre bandas que luchan por controlar territorio, sin embargo, también hicieron pactos temporales de convivencia repartiéndose zonas que al ser violadas son repelidas con plomo y muerte. Las bandas dan servicio logístico y de seguridad a los carteles quienes pagan esos servicios con drogas a los GDOs quien a su vez se valen de pequeños subgrupos para el micro trafico como Latin Kings, Ñetas y otras pandillas, pero todo esto no suprime el poder antes ejercido por grandes organismos del crimen como las mafias extranjeras, más bien dichas mafias son grandes jugadores del entramado del crimen, que usan a los GDOs como operarios menores, asignándole tareas específicas sin tener mayor exclusividad y sin importarles que sus socios menores se maten entre ellos y así disputaron alias Fito, alias Junior, alias Ben 10, Colón Pico entre otros su territorio y sus kilos con sus armas y la muerte.
Los GDOs, operan en el lucrativo negocio de la droga sin dejar de perpetrar
otros delitos menores y puntuales, como secuestros extorsivos, secuestros express,
asaltos, trata de personas y sicariatos.
Los Carteles y mafias tienen sus propias guerras que librar, se disputas
las rutas de la exportación de cocaína, sin embargo, no dudan en asociarse puntualmente
cuando les conviene, así como tampoco dudan en asesinarse cuando no se respetan
los acuerdos. Entre estas organizaciones trasnacionales y los GDOs locales, hay
mediadores que funcionan como vehículo facilitador, los narcos locales que
facilitan la exportación para los carteles y mafias y contratan y financian a
los GDOs, estos narcos como los infames alias Gerald, o el Patrón Norero no
tienen que respetar fidelidad con sus operarios menores, no tienen problema
para asociarse con los GDOs según su conveniencia en ese nivel de asociación,
la negociación es más flexible que en los niveles menores, lo que no se puede
hacer (el código) es fallarle al superior en la escala jerárquicas.
Las mafias, los carteles y aún los GDO´s necesitan blanquear su dinero,
invierten en bancos, financieras, empresas agrícolas, contratan con los
gobiernos locales y proveen de diversos servicios o proveen al estado con lo
que el Estado necesita contratar, también invierten en minería ilegal y en un sinfín
de negocios, tal es así que hay ciudades y hasta provincias que se sostienen en
gran parte por el blanqueo de capitales sumando una gran cantidad de masa
monetaria que circula en la economía.
Nada de lo anterior puede funcionar si no hay operadores asociados en el
poder judicial, en la policía, en el ejército, en la política y hasta en el
gobierno. Las conexiones entre las mafias, los carteles y los GDOs se han ido
develando con el tiempo y la investigación periodística, por mucho tiempo
comentada como rumores que todo el mundo sabe, la realidad llegó a las
pantallas de los medios de comunicación y las redes sociales, se hizo noticia
recurrente, aterró a la opinión pública, se internacionalizo y se usa como leiv
motive para slogans y campañas electorales o relaciones públicas
gubernamentales.
¿Qué sociedades se prestan para este
fenómeno social? de perogrullo la respuesta suele ser; sociedades de gran
desigualdad social, entendiéndose desigualdad como una gran brecha entre el
bienestar de una elite socioeconómica, pequeña minoría de la población, frente
a la escases, pobreza y miseria de grandes mayorías de población nacional, sin
embargo, el status socioeconómico no es garantía de nomos ético, no es garantía de sometimiento a la ley en una
sociedad contaminada por la corrupción desde el momento mismo que fue creada
como nación.
Aunque puede haber sociópata y antisocialidad en todo estrato socioeconómico
y toda actividad humana puede corromperse, es cierto que hay sectores sociales
que estadísticamente registran mayor cantidad de denuncias y arrestos por
delincuencia organizada, estas zonas por lo general coinciden con estratos deprivados
de la sociedad. Zonas privadas de las comodidades de las clases medias y altas,
zonas pobladas por la gran mayoría de la los habitantes de las localidades,
pues la gran mayoría de los sicaritos, secuestros extorsivos y asaltos no se
registran en urbanizaciones cerradas con guardianía privada ni en misiones ni
en edificios donde viven los estratos más pudientes de la sociedad, el delito
en dichos lugares opera diferente, se produce como delitos financieros,
estafas, negocios con el estado, sobreprecios y todo lo que se llama
comúnmente, delitos de cuello blanco. Los altos estratos socioeconómicos se
terminan relacionando indirectamente con el lumpen debido a que termina
funcionando como piezas del entramado en que bancos y financieras terminan
recibiendo capitales de empresas que lavan el dinero que procede del narcotráfico,
dinero que despues capitaliza a empresas que hacen negocios con el Estado
nacional y con los gobiernos locales, sin entender el pueblo llano que el
adolescente que compra una dosis de H por un dólar enriquece indirectamente al
dueño de un banco que aspira y a veces llega a ser presidente de la república y
dueños de emporios financieros trasnacionales pasando por vendedores de
esquina, maleantes, capos menores, capos mayores, grande capos, medianos y
grandes empresarios.
El joven reclutado por los GDOs a temprana edad comparte por lo general un
déficit nómico, no tiene un proyecto de vida, su ecosistema no le muestra la
posibilidad de acceder al tipo de vida que si le muestras las redes sociales,
las películas y los videos de YouTube, entiende que la única opción para
acceder a lo que su cultura llama; el maquinón,
los de a 100, las yales, es pertenecer a otro más grande, la banda y así
incluso poder asegurar su vida teniendo acceso a la glock, a la cuarenta y a los peines, por lo tanto su proyecto de
vida, si lo tiene, es vivir el ahora, vivirlo bien, vivirlo mejor de la única
forma que entiende que puede llegar al dinero suficiente para vivir así,
comulgando a diario con la posibilidad de la muerte pero prefiere esa
posibilidad o la posibilidad de la cárcel antes que seguir viviendo en la
pobreza.
Es claro que la casi nula inversión social cosecha sus frutos y la
sobrepoblación trae pobreza.
Es claro que no existe un verdero interés social en los actores políticos
para cambiar de alguna forma la realidad social.
Es claro que un sistema social dinámico, complejo, adaptativo contra-eco-auto-nómico, dedicado a violar le ley no dejará de disipar su entropía si no es confrontado sistémicamente por múltiples diferentes frentes al mismo tiempo con inversión social, emprendimientos, empleo, transformaciones jurídicas, judiciales y coerción y coacción efectiva.
Con parches parciales no se repara un gran tejido, no se puede atacar el
fenómeno de la delincuencia unidimensionalmente, se debe atacar
multidimensionalmente porque el fenómeno es multidimensional y sobre todo
entendiendo la gran capacidad de adaptación que tiene el delito en su calidad
de actividad producida por sistemas de redes sociales dedicadas a violar la ley
de todas las maneras que encuentran posible y las posibilidades se muestran ya incontables
por tanto la erradicación es un proceso continuo y sin final, pero es necesario
que se inicie como proceso sistémico de reparación del tejido eco-sistémico-social o seguirá la sociedad absorbiendo la entropía del delito y las
organizaciones criminales seguirán adaptándose y creciendo a tal punto que el statu
quo será el emporio criminal, o, ¿ya lo es?
Eduardo Roldós Arosemena
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